En Iberia aplicamos un recargo por combustible en nuestros vuelos de largo recorrido para reflejar las fluctuaciones en el precio del crudo en todo el mundo. El recargo se calcula en función de la duración del vuelo, y se aplica a todos los pasajeros, incluidos niños y bebés. Dependiendo de las características de cada tarifa, el recargo de combustible podrá ser reembolsable.