La mayoría de los países tienen restricciones sobre el tipo y la cantidad de líquido que se puede llevar como equipaje de mano. Esto incluye geles, cremas, pastas y comida líquida como mermelada y gelatina. Se permite la comida sólida a bordo, aunque el país de destino puede prohibir la introducción de algunos tipos de alimentos. Recuerda la normativa sobre líquidos en el equipaje de mano.
En cuanto al equipaje facturado, puedes incluir alimentos y bebidas siempre que vayan bien embalados y en recipientes irrompibles para prevenir cualquier accidente (las botellas, los artículos perecederos y frágiles viajan bajo tu responsabilidad). El personal del aeropuerto puede negarse a realizar el transporte si considera que el artículo no ha sido embalado correctamente.
Los productos de origen animal (carne, leche y productos derivados) pueden contener agentes patógenos que transmitan enfermedades contagiosas. Por ello, la Unión Europea y otros países exigen estrictos controles y procedimientos para introducir estos alimentos. Antes de viajar, comprueba que el alimento que piensas transportar esté permitido, consultando con el departamento de aduanas que corresponda.