Aunque los aviones comerciales de hoy sean muy seguros y confortables, los viajes pueden hacerse más saludables si seguimos una serie de recomendaciones:
Cambios de presión. Es aconsejable no ingerir comidas pesadas ni flatulentas ya desde la víspera del vuelo. Nuestros menús a bordo no incorporan esos ingredientes desaconsejados.
Humedad. El hecho de que la humedad relativa en cabina sea más baja de lo habitual puede provocar cierta deshidratación. Intenta evitar el café y el alcohol desde el día antes del viaje e incrementa el consumo de líquidos durante el vuelo.
Espacio y movimiento. El espacio disponible en el avión es limitado y el movimiento es reducido. No coloques los bultos de mano de modo que impidan el libre movimiento de las piernas e intenta vestir ropa cómoda y poco ajustada.